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La MAMMA É LA MAMMA

A veces es muy duro convertirse en madre si vale la pena si es la experiencia más grandiosa que puedes vivir. Nada te llena tanto como...

miércoles, 17 de agosto de 2016

Mamitis

Mamitis... Que es la mamitis? Que un bebe un niño un hijo se muera por querer estar con la persona que le alimenta tanto física como emocionalmente durante toda su infancia? Y os pregunto eso es anormal? O lo anormal seria que tu hijo no quisiera estar contigo? Pregunto...
Para todas aquellas personas que hacen comentarios absurdos sobre la mamitis o de que un hijo esta mal acostumbrado por querer estar con su madre... Me pregunto que madre habrás sido tu que te quejas de ello o si cuando serás madre que harás...
Lo mas normal del mundo es que un bebe quiera estar con su madre pues hay un vinculo de apego muy fuerte y si le das el pecho ese vinculo es aun mas fuerte, y es así. Porque nosotras las madres alimentamos tanto fisica,con el pecho o bibe,como emocionalmente a nuestros hijos con caricias abrazos besos y palabras bonitas... Y quien sea que no entienda eso tiene un problema. No te dejes malinfluenciar ni que te hagan sentir mal, porque hay muchos familiares(en mi caso)que pArece que te lo dicen porque tienen celos de como te quiere tu hijo ya que les gustaría que te separaras de él para hacer lo que les de la gana, y eso no es así, un bebe no tiene q sufrir la ausencia de su madre solo por complacer a otros con sus incoherencias. Por eso a mí cada vez que me dicen tu hijo tiene mamitis o está mal acostumbrado, contesto raro sería que no quisiera estar con su madre entonces hay si preocúpate, pero no ahora!

Ahora ls dejo un texto donde explica la importancia del vinculo materno. 

¿Cómo se establece el vinculo madre-hijo?
El término vínculo nos remite a la idea de dos relacionándose entre sí. Si esto se refiere a la madre y su bebé, estamos hablando del establecimiento de una relación afectiva única y especial que comienza en la mayoría de los casos desde el embarazo debido a la serie de cambios físicos y psicológicos sufridos por la madre y los cambios hormonales que se dan ante la espera de ese nuevo ser. Psicológicamente se hace evidente una revisión del propio vínculo que esta mujer y futura madre tuvo con su propia madre y las experiencias que ésto le haya brindado. Así mismo el bebé ya está recibiendo mensajes sensoriales del exterior. 
El cachorro humano nace inmaduro en muchos aspectos, comparativamente con otros mamíferos y necesita establecer el contacto cercano y frecuente con su madre (o brindador de cuidados primario) por la única razón que es ella quien vendrá a satisfacer sus necesidades físicas y emocionales. Esto lleva a la idea que el período de gestación dura entre 18 y 20 meses... O si lo entendemos así, pueden ser nueve meses intrauterinos y los restantes en el pecho y entre los brazos de su madre como un cordón umbilical externo... Es precisamente esta inmadurez la que brinda la oportunidad de mayor aprendizaje y adaptación al medio para que sea entonces, el ser humano, el animal más evolucionado.
Si no enfocamos en la relación vincular o de apego entre madre e hijo, vemos que es por partida doble. La madre desarrolla un sentimiento maternal y biológico, evoluciona y provee los cuidados necesarios para la supervivencia del hijo. Aporta las bases emocionales que le ayudan al bebé a ir formando su Yo, poco a poco. En el momento del nacimiento el bebé no tiene idea de su existencia como individuo, se encuentra en un estado simbiótico con su madre (término al que hace referencia M. Mahler) y es a través de ella que el niño comienza a relacionarse con el mundo, a conocerlo y a conocer de su propia existencia. Es su madre, con su constante estímulo y contacto, quien vendrá a estructurar y contener la personalidad de su hijo. Como se relacione el niño con este primer objeto (su madre) será la tendencia aprendida a relacionarse con los demás objetos y sentará las bases para el establecimiento de sus siguientes relaciones emocionales. Por eso, un niño que tiene un apego seguro, es decir que le queda claro quien es su madre y que confía en que ella vendrá a atenderlo, es un niño sano emocionalmente. Todos los bebés crecen, pero no todos se desarrollan bien. El hecho de vivir esta experiencia “mamá y yo somos uno”, nutre su confianza básica, su autoestima y su desarrollo integral; además, le da posteriormente la oportunidad de comenzar a diferenciarse de ella en la búsqueda de su propia individualidad.
Es entonces el establecimiento del vínculo un proceso natural, instintivo y necesario que propicia el desarrollo en la madre de las habilidades que requiere para llevar a cabo su papel y ser “suficientemente buena” (como diría D. Winnicot) revisando su propia experiencia como hija y actualizándola a su realidad de madre. Y le brinda al niño la base emocional más importante para sus relaciones futuras: la confianza básica en su madre que se generaliza hacia sí mismo y los demás.
( texto de Margarita Carmona Domínguez, Guadalajara, México)

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