A veces es muy duro convertirse en madre si vale la pena si es la experiencia más grandiosa que puedes vivir. Nada te llena tanto como el momento en que sostienes a tu hijo que acaba de salir tan Kalentito menos y que te miras con esos ojos diciendo te conozco. Eres duro y no sólo se trata parto la falta de sueño tan pequeño y tan exigente. Nisiquiera el coctel de hormas que te deja turuleta hasta varias semanas despues. Es bastante más que eso dura con tu pre identidad con lo que hasta ahora te has definido tus proyectos tu trabajo tus amigos y todo aquello que llamabas tuyo...
Es mirarte en un espejo mientras tú criaturita está prendada de tu pecho y preguntarte quién soy ahora? Sigues siendo tu solo que una versión mas grandd de ti misma pero aun no lo sabes... 🙊🙊
Porque claro todo tu ser es ahora para otro. Y ese otro no sólo se está alimentando de ti de tu leche sino también de tus caricias de gus canciones de tu calor. Y el tiempo pasa y llegara el momento en el que las tomas se reduciran y las horas de sueño se alarguen. Tu bebe aprendera a sostener la cabeza luego a darse la vuelta mas tarde a gatear y el dia menos pensado te regalara una sonrisa y pensaras que todo el esfuerzo ha sido poco. Un día te dirá mamá y otro le veras correr en el parque y subirse al tobogán,jugar con otros niños garabatear las primeras letras que te mostrara orgulloso.
Y por nada del mundo querras cambiarte por esa otra que eras y que tan poco sabia a cerca del amor...
(Pasaje del libro una nueva maternidad)
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